Desde muy pequeña sentí pasión por la lectura, algo normal en mi familia, mi padre que era un apasionado de la lectura nos lo inculco desde pequeñas a mi hermana y a mi, puedo deciros que en casa había una importante biblioteca que tengo el honor de habérmela leído casi toda. También decir que pase una época en la que era no era capaz a centrarme con un libro aunque lo intentara, de coger un libro y no saber desconectar hasta que lo acababa a leer dos o tres páginas y no poder más, sencillamente no estar centrada.
Mi hija mayor Ariadna que también es una apasionada de la lectura, nunca dejo que decallese y cada poco me trae un libro, sabe que siempre acierta;tengo que confesarlo, alguno he tardado un poco en leerlo.
Ahora estoy terminando de leer, El alfabeto de Babel.
Ayer pase por El Corte Ingles y mira que son puñeteros la sección de libros esta a la entrada y para allí que me fui, resultado que me vine con tres para casa, La ruta prohibida de Javier Sierra, Hotel Bósforo de Esmahan Aykol y Astur de Isabel San Sebastian.
Pues nada que últimamente no hay manera de coger la aguja y las cortinas de la mama siguen sin hacerse, me queda una y no es cuestión de poner la ventana tuerta
Hace 8 años
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